Fecha oficial de cierre establecida
De acuerdo con datos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la temporada de lluvias 2025 en México finalizará oficialmente el 30 de noviembre. Esta determinación se mantiene vigente a pesar de que actualmente persisten condiciones climáticas intensas en diversas regiones del país.
Patrón de formación ciclónica
El Sistema Meteorológico Nacional ha identificado que la interacción entre canales de baja presión y la humedad proveniente de ambos litorales está generando un escenario propicio para precipitaciones abundantes. Estas condiciones se ven reforzadas por la cercanía de la vaguada monzónica y la onda tropical número 5, que ha incrementado la probabilidad de lluvias en 30 estados del territorio nacional.
En cuanto a la actividad ciclónica, se estima que durante esta temporada se desarrollen entre 16 y 20 sistemas en el Pacífico, incluyendo tormentas tropicales y huracanes de distintas categorías. En el Atlántico, se pronostican entre 13 y 17 fenómenos meteorológicos similares. Es importante destacar que solo un promedio de cinco ciclones afectan anualmente las costas mexicanas, distribuidos entre tres del Pacífico y dos del Atlántico.
Recomendaciones ante emergencias climáticas
Las autoridades mexicanas han emitido un llamado a la prevención ante los fenómenos climáticos, particularmente para los habitantes de zonas costeras o áreas de alto riesgo. Entre las medidas recomendadas figuran la elaboración de un plan familiar de protección civil y la preparación de un kit de emergencia que incluya alimentos no perecederos, medicamentos esenciales, documentos importantes y suministros para mascotas.
Además, se insta a la población a permanecer informada a través del Sistema de Alerta Temprana para Ciclones Tropicales (SIAT-CT) y a monitorear regularmente las actualizaciones proporcionadas por el Servicio Meteorológico Nacional y la Coordinación Nacional de Protección Civil. Se espera que durante mayo y junio las precipitaciones superen ligeramente el promedio histórico, lo que podría elevar el riesgo de emergencias como inundaciones y deslizamientos de tierra.