El 22 de noviembre de 2023, Néstor Isidro Pérez Salas, conocido como “El Nini”, presunto líder de seguridad de Los Chapitos, fue arrestado en Culiacán, Sinaloa, por elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional. La operación se llevó a cabo en la colonia Colinas de la Rivera alrededor de las 13:27 horas, según registros del Registro Nacional de Detenciones. Durante la captura, se efectuaron dos disparos al aire para evitar posibles enfrentamientos.
Operativo y detención
“El Nini” fue sorprendido en ropa casual y posteriormente trasladado a la Ciudad de México para una audiencia federal en el Reclusorio Norte, donde se le informó sobre el proceso de extradición solicitado por tribunales de Nueva York y Columbia. Se le acusa de liderar “Los Ninis”, un grupo armado vinculado con operaciones violentas en apoyo a Los Chapitos, organización criminal encabezada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Vinculación con la DEA y cargos
La agencia estadounidense para el Control de Drogas (DEA) lo identificó como cabecilla de “Los Ninis”, un escuadrón de sicarios especializados en combate urbano. Además de la extradición, enfrenta acusaciones en México por tráfico de fentanilo y liderazgo en estructuras violentas, incluido el “Culiacanazo” de 2019, evento donde se intentó capturar a Ovidio Guzmán López.
Lujos y estilo de vida que llamaron la atención
Según el periodista Óscar Balderas, el estilo de vida ostentoso de Pérez Salas contribuyó significativamente a su captura. “Los últimos días del ‘Nini’ en libertad los pasó grabando corridos, recorriendo Culiacán en Ferrari y organizando fiestas grandes. Era muy escandaloso y extravagante, lo cual generaba incomodidad en su jefe directo, Iván Archivaldo Guzmán Salazar”, declaró en entrevista con Adela Micha.
Moda y simbolismo criminal
Durante su aprehensión, “El Nini” portaba una camiseta de Dolce & Gabbana y botas tácticas Dior valoradas en más de 30,000 pesos. Estas prendas, aunque originalmente diseñadas para uso urbano con inspiración militar, simbolizan un estatus de poder dentro de los círculos del narcotráfico. Lucía Elena Acosta Ugalde, investigadora de la UNAM, señala que “la ostentación y el lujo extremo proyectan dominio sobre territorios y cuerpos”, convirtiendo la moda en una herramienta de intimidación y propaganda criminal.
Impacto en la juventud y percepción social
El doctor Óscar Galicia Castillo, especialista en conducta criminal de la Universidad Iberoamericana, advierte que la idealización de este estilo de vida genera un efecto aspiracional en jóvenes: “Cuando alguien observa a un líder del crimen usando ropa de diseñador y autos blindados, empieza a considerar el delito como un camino válido hacia el reconocimiento”. Este fenómeno refuerza la influencia simbólica del crimen organizado en comunidades afectadas por la violencia.