Controversia por expresiones clasistas
La intérprete Laura Zapata generó un intenso debate público al emitir declaraciones consideradas despectivas hacia Claudia Sheinbaum, actual titular del Ejecutivo federal. La controversia surgió cuando la artista criticó la decisión de la mandataria de utilizar transporte aéreo comercial en vez de un medio exclusivo, durante un acontecimiento de relevancia internacional.
Entre los comentarios realizados por la hermana de Thalía, destacó el uso del término ‘indita’, expresión que activistas y grupos defensores de derechos humanos han calificado como ofensiva. Esta designación, junto con calificativos como ‘sin categoría, sin clase, sin presencia’, desencadenaron una ola de rechazo en plataformas digitales.
Posición institucional frente a la discriminación
Ante los señalamientos, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) emitió un posicionamiento contundente rechazando las expresiones de la actriz. El organismo destacó que tales declaraciones refuerzan patrones históricos de exclusión y contribuyen a la violencia simbólica contra comunidades originarias.
En su comunicado, el ente oaxaqueño enfatizó que ‘toda forma de discriminación, directa o indirecta, basada en el origen étnico o color de piel, no solo es moralmente inadmisible, sino jurídicamente sancionable’. Además, anunciaron la presentación de una denuncia formal ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Marco legal y posibles sanciones
Según el marco normativo vigente en el país, cualquier conducta que promueva segregación o degrade a individuos por su ascendencia étnica puede recibir sanciones legales. Aunque el Conapred carece de atribuciones para imponer penas criminales, sí puede aplicar medidas administrativas como multas o requerir disculpas públicas.
El organismo estatal también advirtió que tales expresiones no están protegidas por la libertad de expresión cuando reproducen estereotipos que lastiman la dignidad de colectivos históricamente vulnerados. En caso de afectaciones personales comprobadas, podrían surgir demandas civiles individuales.
Impacto en la esfera profesional
Además de las implicaciones legales, la artista enfrenta un escenario de rechazo en redes sociales que podría afectar su trayectoria artística. El fenómeno de repudio digital ha generado preocupación sobre posibles consecuencias en sus proyectos futuros, en un contexto de creciente sensibilidad social frente a discursos considerados discriminatorios.
Delgada línea entre libertad y discriminación
El caso ha reabierto el debate sobre los límites entre la libre expresión y los discursos de odio. Aunque la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce el derecho a manifestar ideas, este no es absoluto cuando se traduce en agresiones sistémicas contra sectores marginados.
Como destacó la DDHPO, ‘las expresiones de Zapata no pueden ser tomadas como opiniones libres cuando refuerzan prejuicios que afectan la percepción social de los pueblos indígenas’. En un contexto donde persisten desigualdades históricas, este tipo de manifestaciones generan impacto en la conciencia colectiva.