Una operación conjunta entre autoridades internacionales y locales culminó con la aprehensión de un sacerdote perteneciente a los Legionarios de Cristo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. El clérigo, identificado como Antonio María Cabrera Cabrera, enfrenta acusaciones por presuntos abusos sexuales contra una menor de edad.
Detalles de la operación y antecedentes legales
El arresto se realizó mediante una orden judicial, ejecutada por agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México en coordinación con otras instituciones federales y el organismo internacional Interpol. Las autoridades señalan que el exdirector académico de la Universidad Anáhuac estaría implicado en múltiples episodios de violencia sexual contra una víctima menor, ocurridos en distintas fechas entre 2004 y 2011 en Naucalpan.
“El 16 de mayo de 2004, el sospechoso habría forzado a la menor a mantener relaciones sexuales. El 28 de abril de 2007, supuestamente recurrió a amenazas para cometer el acto. Finalmente, el 23 de diciembre de 2011, se habría repetido la situación”, detalló la fiscalía estatal. La investigación inició formalmente en diciembre de 2024 con la presentación de la denuncia.
Reacción institucional y contexto histórico
El religioso, especialista en Teología Moral, fue recluido en el Centro Penitenciario de Tlalnepantla. La congregación religiosa emitió una declaración confirmando la detención realizada la noche del 11 de junio “por presunto abuso sexual contra un menor, ocurrida hace aproximadamente 20 años”. En su comunicado, la organización expresó que “desde que tuvimos conocimiento del caso, hemos trabajado para aclarar los hechos, dado que no hemos recibido información por parte de las autoridades. Estamos plenamente dispuestos a colaborar con las instancias civiles para esclarecer la denuncia”.
Legado controversial de la orden religiosa
La congregación, creada en 1941 por Marcial Maciel, ha enfrentado polémicas a lo largo de su historia. Su fundador, figura influyente en la Iglesia Católica, fue acusado de abuso de poder y conductas sexuales inadecuadas. En 2006, la Santa Sede lo inhabilitó para actividades eclesiásticas públicas y ordenó una revisión interna de la organización religiosa.
“Marcial Maciel Degollado (1920-2008) fue considerado una figura influyente dentro de la Iglesia Católica durante décadas, reconocido por sus habilidades para expandir la congregación y fomentar vocaciones sacerdotales. Sin embargo, su legado quedó marcado por múltiples acusaciones de abuso sexual, abuso de poder y mal manejo de recursos”.
Las investigaciones posteriores a su fallecimiento revelaron conductas contrarias a sus votos religiosos, incluyendo relaciones sexuales con seminaristas y la existencia de descendencia con varias mujeres. Estos hechos generaron una crisis institucional que derivó en una intervención directa del Vaticano para reformular la estructura interna de los Legionarios de Cristo.