Alta dirección del CJNG bajo escrutinio internacional
Las últimas sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos han enfocado su atención en cinco individuos prominentes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización considerada como una de las más influyentes en el crimen organizado de Latinoamérica. Entre los señalados destaca Julio Alberto Castillo Rodríguez, conocido bajo el seudónimo de ‘El Chorro’, cuya importancia trasciende su función operativa dentro de la estructura criminal.
Este personaje mantiene una conexión directa con el liderazgo del CJNG al estar unido sentimentalmente a una de las hijas del máximo líder, Nemesio Oseguera Cervantes, apodado ‘El Mencho’. Esta relación familiar lo convierte en un actor fundamental dentro de la organización, donde las alianzas afectivas refuerzan los pactos de lealtad y perpetúan el control del poder a través de generaciones.
El entramado de relaciones en el CJNG
Las acciones coercitivas del gobierno estadounidense buscan interrumpir las vías de financiamiento del cártel, pero también han revelado la complejidad de los lazos emocionales que sustentan al CJNG. En esta red criminal, los matrimonios entre sus miembros no solo consolidan alianzas estratégicas sino que también aseguran la continuidad del negocio ilícito.
Castillo Rodríguez fue incluido en la lista negra de la OFAC desde el año 2016, según registros del Departamento del Tesoro. Su vínculo con Jessica Johanna Oseguera González, conocida como ‘La Negra’, lo posiciona como yerno directo de ‘El Mencho’, fortaleciendo su estatus dentro de la organización.
Historial delictivo y personal de ‘La Negra’
La hija de ‘El Mencho’ nació en 1987 en California, Estados Unidos, poseyendo por tanto ciudadanía estadounidense. Fue arrestada el 26 de febrero de 2020 mientras intentaba acceder a un tribunal federal en Washington D.C., donde se celebraba una audiencia crucial para su hermano Rubén Oseguera González, alias ‘El Menchito’.
En aquel momento, ya figuraba en investigaciones relacionadas con actividades de lavado de dinero vinculadas al CJNG. Su madre, Rosalinda González Valencia, presentó una carta a la jueza Beryl A. Howell —publicada por Sin Embargo— en la que afirmaba que Jessica ‘es una buena madre, responsable, cariñosa y trabajadora’, destacando además que concluyó estudios universitarios en mercadotecnia mientras criaba a su hijo durante la carrera profesional.
Una relación marcada por la violencia
De acuerdo con una columna publicada el 18 de noviembre de 2021 por la periodista Anabel Hernández en DW, la conexión entre Jessica y Julio comenzó cuando ella tenía 17 años y él contaba con 27. En ese periodo, Castillo ya operaba como uno de los principales ejecutores criminales del padre de su pareja.
La periodista detalló en su investigación: ‘Ya lugarteniente de ‘El Mencho’ en los negocios criminales. Procrearon dos hijos y según afirma la propia Jessica, se divorció de él por violencia intrafamiliar‘. Esta información, respaldada por testimonios judiciales, señala que la relación no solo sirvió para fortalecer la estructura familiar del CJNG, sino que estuvo teñida de abusos que llevaron a la separación.
Consecuencias legales y situación actual
En junio de 2021, Jessica Johanna fue sentenciada a 30 meses de prisión por su participación en actividades económicas relacionadas con el cártel, aunque salió en libertad el 14 de marzo de 2022 antes de completar su condena, según reportes periodísticos de Univisión. Su estancia final transcurrió en el centro penitenciario de mínima seguridad FCI Dublin, ubicado en la Bahía de San Francisco.
Mientras tanto, Julio Castillo Rodríguez, originario de Apatzingán, Michoacán, y nacido el 11 de octubre de 1976, enfrenta acusaciones de la DEA por coordinar la importación de químicos desde Asia para la producción de drogas sintéticas como metanfetamina y fentanilo, además de operar empresas falsas para ocultar dinero ilícito.
A pesar de haber sido detenido previamente en posesión de armamento exclusivo del Ejército, continúa en libertad, operando desde una región bajo el control absoluto del CJNG, uno de los bastiones más violentos del grupo en el estado de Colima, donde también se dedica al tráfico de precursores químicos hacia el puerto de Manzanillo.